Como ya anuncié la semana pasada, esta entrada se centraría en propuestas para desenredar el tremendo galimatías en el que se ha convertido la atención social especialmente en las ciudades con cierta densidad, como es mi caso.

En mi opinión, una de las claves principales a la hora de establecer un modelo de atención debe ser el siguiente: separar personas y prestaciones. Para ello , deben ser analizados los procesos de atención a fondo para tomar las medidas adecuadas. No obstante, me atrevería a hacer 5 propuestas agrupando cosas de las que ya he hablado anteriormente:

mejora

Imagen de www.mejorarlosresultados.com

1.- Debemos tender a unir procesos de prestaciones parecidas. Ejemplo: a la vez que se tramita una Renta Mínima, tramitar una ayuda económica municipal u otras para el mientras. Aparte de la incoherencia que supone no hacerlo, termina produciendo una cascada de citas por goteo y a demanda que merman la dignidad de las personas a la vez que contaminan los procesos de intervención, entre otras cosas, aumentando las esperas y  deteriorando el propio sistema.  Además, la documentación suele ser la misma ¿para qué pedirla unos meses más tarde?. No me parece descabellado establecer las mismas cantidades a conceder, ya que los conceptos están claros: alimentación, alojamiento o suministros.  Igual que lo hacemos con las prestaciones de apoyo domiciliario, donde tramitamos también Ley de Dependencia a la vez que el SAD municipal. ¿Por qué con las necesidades económicas actuamos de una forma tan diferente?. Sobre ello volveré, porque es una cuestión muy importante que tiene un poco que ver con eso del control que no nos gusta pero del que nos cuesta desprendernos ( a mí también).

2.- Las unidades administrativas deben ser reforzadas y formadas y/o bien incorporar en ellas la figura de personal mixto (auxiliar de Servicios Sociales, lo llamamos en Madrid). Este equipo tiene la gran responsabilidad de filtrar, de resolver en primera instancia, y de discriminar lo que es un trámite administrativo de lo que requiere intervención del profesional de referencia. Además, hacer grupos precisa un fuerte apoyo administrativo (filtros, listados, citaciones) que de otra forma sería imposible.

3.- Así, de manera general, creo que hay que tender a que el acompañamiento a las personas se realice en entrevista o en el domicilio preferentemente, y el seguimiento de las prestaciones, en grupo o de manera telemática: las prestaciones debe despejarse del despacho y de la rutina de «pida cita para hacer seguimiento». Se me ocurren tres fórmulas que funcionan:

Seguimiento grupal: ya sea del SAD o de la RMI, debe hacerse en grupo.

– Gestión telemática: las consultas deben resolverse sin necesidad presencial: para ello es necesario introducir urgentemente a los/las usuarios/as en las TIC, comenzando con la atención por email.

– Visitas a domicilio » de bloque». o lo que es lo mismo, programar las visitas por territorios para hacerlas «del tirón» >VER

4.-  Las demandas masivas deben tratarse de manera grupal. Debe instalarse la cultura de la proacción: si sé que en un tiempo aumentará la demanda por una causa concreta o sucede de manera repentina (apertura de plazo de escuelas infantiles, levantamiento de suspensión del grado 1, etc.) > ver ejemplo, es necesario tener previsto cómo se tratará; ¿no es de cajón?. De igual forma, si existen demandas continuas de una determinada naturaleza (prestaciones económicas, prestaciones dependencia), deben establecerse mecanismos grupales de atención, como son los grupos informativos. Por supuesto, en grupo. De otra forma, la atención se colapsará pudiendo haberse evitado fácilmente e introduciendo parámetros de información y concienciación comunitaria.

5.- El sistema dividido entre Primera Atención  (acogida) y Zona (seguimiento) debe eliminarse: genera cierta puerta giratoria en la atención social. Pero pongo una condición: sólo puede hacerse en aquellos lugares donde se consiga una espera para ser atendido «en zona» sea inferior a 1 mes al menos (en caso contrario, una simple tramitación tendría que sufrir una espera innecesaria). Para ello, por tanto, habría que hacer un «plan de choque», además de asumir las propuestas necesarias para evitar que se vuelva a las esperas (las anteriores son algunas).

Como veis, no hay atajo sin trabajo: lo siento si esperábais que no fuese así. Lo dejo por hoy, que me pongo y no paro.  Tengo otras tantas 5 en capilla, pero las dejo para otra (sí, en esa hablaré de la RATIO y de las aplicaciones, claro… además de alguna otra que os gustará – o no-). En todo caso, sólo son propuestas (se admiten réplicas, je) pero creo que es fundamental que compartamos ideas, especialmente ahora que hay vientos de cambio.

Ánimo

Nacho

Hoy os dejo con Fito: Entre la espada y la pared.

5 PROPUESTAS para centrarse en PERSONAS y no en PRESTACIONES

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