Vamos con la quinta entrega del decálogo. Si imaginamos un taller o espacio creativo, seguramente lo que vendrá a nuestra cabeza no será una persona en un despacho: la imagen que nos viene es la de un conjunto de personas «pensando en voz alta». Es decir, en grupo. La imagen que tenemos de grandes creadores como Leonardo Da Vinci o Galileo proceden de épocas muy anteriores y de personas verdaderamente excepcionales, con gran dominio sobre multitud de disciplinas. Esa época ya pasó hace siglos: la creación e innovación, especialmente en la Sociedad de la Información y la Comunicación, tiene un denominador común: COMPARTIR.

equipo_creativo_0214Esta reflexión vale, tanto entre profesionales, como para el trabajo con la ciudadanía y es que tengo varias hipótesis:

1.- Quienes trabajan en grupo, son más innovadores/as, precisamente fruto del proceso de compartir: el trabajo en equipo es fundamental, y en ello la tarea de los/las directores/as es vital, aunque su labor es de las más difíciles en Atención Social Primaria.

2.- Quienes confían en la intervención grupal, se queman menos. Estoy más que seguro, y ya lo traté en otro post allá por el 2012>VER . Animo a algún investigador/a a demostrarlo empíricamente.

Al menos en mi experiencia profesional, no me ha fallado: aquellos/as que desarrollan intervenciones grupales, son más adaptativos/as e innovadores/as de manera general. Debe ser que el ejercicio de crear desarrolla un músculo que le capacita para imaginar que se puede trabajar de una manera diferente y suele huir del «siempre se ha hecho así» y el «sota-caballo-rey» (o la rutina). Eso no significa que una persona no pueda ser innovadora si no ha desarrollado grupos, claro.

3.- Trabajar con grupos es empoderar, ya sean grupos informativos, de seguimiento o de otro tipo. Lógicamente, el nivel de empoderamiento varía según objetivos, metodología, etc. Mientras escribo la afirmación, me pregunto si podría decir lo mismo de la atención individual: me gustaría algún día poder demostrar lo perjudicial que para determinadas personas y perfiles es el mantenimiento de la intervención individual a lo largo del tiempo como herramienta única de interacción con el/la profesional.

Quienes trabajan en grupo multiplican el efecto de la intervención, de manera intencionada o no:  en la interacción grupal hay siempre factores que se escapan al control profesional (y por ello, a veces existe cierto miedo escénico). Por ejemplo: hay quien piensa que la acogida grupal o grupos informativos no sirven para nada ¿de veras no sirve para nada dar una información general?: cuando una persona tiene una información general y práctica, puede elegir, es decir, se empodera; cuando conoce a otras personas con problemas similares y siente que su mal no le afecta sólo a él/ella, se empodera; cuando entiende el proceso de las prestaciones y dónde están los problemas, se empodera. Además, cuando vuelva a su edificio y se encuentre con su vecina/o en el ascensor, seguro, que incluso le podrá aconsejar; ¿para nada?.  Es de las intervenciones más productivas, si bien su impacto comunitario sea difícil de medir. El problema en este tipo de grupos a veces radica mayormente en nuestro temor a que esa cita grupal genere solicitudes inadecuadas y no se filtre previamente demanda sentida frente a necesidad valorada, lo cual es otro debate de mucha mayor profundidad que prometo acometer.

Por otro lado, poner a las personas en contacto con otras creo que es una de las asignaturas en las que más suspendemos en los Servicios Sociales: en el esquema clásico -individual, únicamente se comunican con el/la profesional (en un esquema radial), cuando, en lo actitudinal (donde reside el quid de los cambios reales) se aprende más del compañero que del maestro. Es la semilla de la relación en red.

Confiar en el grupo, sin duda es una de las propuestas por las que cualquier persona innovadora debería apostar.

Una genial. Drexler: Todo se transforma. La letra y la música no tienen pérdida.

DECÁLOGO PARA LA INNOVACIÓN EN TRABAJO SOCIAL 5/10: CONFIARÁS EN EL GRUPO

2 thoughts on “DECÁLOGO PARA LA INNOVACIÓN EN TRABAJO SOCIAL 5/10: CONFIARÁS EN EL GRUPO

  • 09/11/2018 a las 14:46
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    Hola, soy una alumna de 4º de Trabajo Social de la UdL. Creo que es imprescindible trabajar con LAS personas sin tener miedo a la novedad o a las demandas desajustadas (a fin y a cuenta nuestro trabajo es valorar las necesidades).
    Por otra parte, considero que además de conocer a la persona a través del trabajo individual: como se desarrolla, como piensa, como se expresa, que demanda, que necesita, etc. Necesitamos también saber como se desarrollan, como actúan y como son, cuando están en grupo. Eso nos aportará una idea de cómo esa persona se relacionará a posteriori con su entorno más cercano.
    Evidenciamos así una evolución personal de la persona tanto social como posiblemente emocional (sentimiento de pertinencia a un grupo).
    Necesitamos participación, convivencia; en general aplicar siempre un modelo para mejorar nuestro trabajo y los resultados. Y este modelo debería principalmente estar forjado por la intervención grupal.
    Un saludo.

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  • 19/09/2016 a las 08:14
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    Sin duda hay que apostar por el trabajo en grupo para avanzar en la intervención social.

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