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    Ya sabíamos que llegaría este «otoño calentito»: comenzó con esa super-marea naranja gracias a la cual, por fín, los y las profesionales de Servicios Sociales (públicos, privados, tercer sector…) salímos a la calle a reclamar los derechos sociales cuyo recorte estamos contemplando, y sigue… con el goteo contínuo (a veces jarrazos) de noticias de recorte sobre recorte , cierre de proyectos, disminución de plazas y de apoyos tan necesarios…
    También nosotros (los que aún tenemos trabajo), en nuestras propias carnes, experimentamos los recortes: según mis cálculos, nuestro salario se ha reducido, incluida la supresión de las ayudas sociales de los convenios, un 12%, y si tenemos en cuenta la ampliación de jornada (es decir, trabajar más por lo mismo), podemos hablar de que este año cobraremos casi un 20% menos que en 2010, a la vez que vemos crecer no sólo la presión asistencial, sino en la dureza de las situaciones que atraviesan las familias a las que acompañamos.
     Pero una cosa tengo clara: NADIE VA A VENIR A RESCATARNOS: tendremos que superar por nosotros mismos la indignación del «como puede ser posible»: es el tema de este post.
     Y dado que no somos capaces de dar una respuesta suficientemente capaz de arreglar este sistema, creo que tendremos que practicar lo que se denomina «Mindfulness«o, más bien, TOMAR PLENA CONCIENCIA DEL MOMENTO PRESENTE: superar la indignación de lo que vemos. Esto NO tiene nada que ver con la resignación: «La aceptación de las cosas tal como son, muy al contrario, requiere una fortaleza y una motivación extraordinarias -especialmente en el caso de que no nos gusten- y una disposición a trabajar sabia y eficazmente como mejor podamos con las circunstancias en las que nos encontremos y con los recursos, tanto internos como externos, de que dispongamos para mitigar, curar, reorientar y cambiar las cosas que podamos cambiar”.

      Salir de la desmotivación generada por este clima inhibidor no va a ser sencillo. Insisto: no va a venir nadie a rescatarnos, así que, aunque hagamos piña (cosa fundamental), va a ser necesario que cada cual se rescate a sí mismo/a permitiendo el crecimiento personal que todos ansiamos mediante el despliegue de nuestras potencialidades personales y profesionales. Entender qué hacemos cada día, porqué lo hacemos, en qué entorno trabajamos y sus potencialidades, etc., son fases de una nueva concepción del sistema de Servicios Sociales.
      Una propuesta: ¿y si aprovechamos esa ampliación de jornada (una vez superado el cabreo) para, de una vez por todas, hacernos diariamente una planificación de tareas, una evaluación del día, el registro, etc. y replantearnos cómo hacer mejor las cosas? Si aceptas el reto, igual esto te interese: pincha AQUÍ.
      
Hoy, una recomendación musical que no te dejará indiferente (si subes el volumen, y eres capaz de no mover ni un músculo… tal vez ni el «mindfulness» podrá sacarte del agujero en el que te encuentres… vuelve a ponerla, o tómate un descanso): Gloria Gaynor: I Will Survive. (dándole una vuelta a la letra… ¿podría ser un canto «despechado» al sistema de SS que teníamos hace un par de años?… pues eso… I will Survive!)
Ánimo
Nacho
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PROFESIONALES: NADIE VENDRÁ A RESCATARNOS

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