En esta entrada hay un vídeo especial, al final (y otro muy chulo por el camino).
Así, de primeras, quiero exponer mi rechazo a la idea que flota, y más ahora, de que no se puede innovar en la Administración, y, por extensión, en los Servicios Sociales de Atencion Social Primaria.
Y en esta idea, creo que las Administraciones (unas más que otras), tienen una gran responsabilidad (mucha), pero los/las profesionales, creo que tenemos otra.  Hablando con compañeros/as de este tema, suele suceder que los/las que dependen de pequeñas administraciones se quejan del excesivo control de sus superiores, y los/las que lo hacemos desde grandes instituciones, nos quejamos del exceso de burocracia y normativa. Dándole la vuelta a los argumentos, también parecería que, cuanto más grande, quizá hay menos posibilidades de control, y cuanto más pequeño, más capacidad de «vender» una idea nueva ¿o no?. Al menos esa es mi experiencia. También a veces nos falta un poco de valentía… me pregunto: ¿es necesario perdir permiso para cualquier iniciativa? No me imagino a un médico/a o un enfermero/a pidiendo permiso a su Coordinador/director de Centro, por ejemplo, para juntar a unos cuantos hipertensos y explicarles algo sobre su enfermedad, o para visitar «de una vez» a todas las personas de un edificio con diversos tratamientos: Eso es innovar.  (y si eres director/a y lees esta entrada, ya sabes…)

Una cosa está clara: la innovación es imposible sin personas innovadoras.

Lo fundamental creo que es no perder la fe en que algo se puede hacer, tanto desde lo grande como desde lo pequeño, y, sobre todo, deshechar ese pensamiento que nos suele invadir ante los cambios y lo nuevo: pensar en lo que podemos perder, en lugar de lo que podemos ganar.
En un artículo de la Xarxa d´Innovació Pública (XIP), muy interesante, en catalán pero entendible en castellano que os enlazo>>VER, dice en uno de sus párrafos algo que me parece muy importante: «Los enfoques radicalmente nuevos requieren de nuevos actores, también radicales en sus planteamientos: profesionales reactivos (y a la vez, proactivos) capaces de recorrer las estructuras buscando otros individuos con quien conectar. Cuando esta conexión se produce, toma prestado una pequeña parte de esta estabilidad que se basa en el principio de que «todo está bien así». En consecuencia, la conexión lleva a la conversión de otros individuos en radicales libres, y se inicia una reacción en cadena donde cada vez más personas tienen la capacidad de generar enlaces, donde la capilaridad dentro y fuera de la organización se convierte en clave para sumar esfuerzos y visiones.» Este concepto es lo que en el artículo llaman «radicales libres» por su comportamiento parecido a este tipo de partículas.
Si eres de los/las que comparte esta teoría, te aconsejo ver este vídeo (que me descubrió mi mujer) y que creo que resume la mentalidad de todos/as aquellos/as que creemos que la innovación es algo posible, a pesar de las dificultades que sabemos existen (y que reconozco que hay muchas).
Aplicado a lo nuestro, creo que nos encontramos en un momento en el que debemos hacer una «refundación» de los Servicios Sociales, retomando la importancia de la Intervención Social, de la defensa de derechos, del acompañamiento, de lo grupal, de las nuevas tecnologías… a estas alturas tampoco vamos a descubrir América. Se trata de salir de la «zona de confort» e ir probando. ¿Te atreves? ¿seremos capaces de salir de la indignación del «cómo es posible»?

Mi recomendación musical… es algo especial. Me la ha mandado un colega, Juanma, desde Granada, para felicitarnos (¡muchas gracias!). Y es que este fín de semana parece que la Navidad ha venido a mi casa, y ya tenemos el Belén puesto, la casa adornada… bueno, los niños, al final, no saben mucho de crisis… así que habrá que hacer que ésta, también, sea una época especial. En este vídeo canta una gente estupenda, os aconsejo verlo y disfrutarlo, escuchando su letra.

Un abrazo

Nacho

RADICALES LIBRES: INNOVAR EN SERVICIOS SOCIALES

11 thoughts on “RADICALES LIBRES: INNOVAR EN SERVICIOS SOCIALES

  • 04/01/2013 a las 20:02
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    Joer Nacho! El «villancico» me ha llevado de viaje a mis navidades pasadas (las de los 17! buf, qué preciosidad).
    En cuanto a la innovación y nuestras quejas/resistencias permanentes (en la bendita administración): me acuerdo de la peli «Las normas de la casa de la sidra» en la que Michael Kane les decía a los huérfanos «Buenas noches,Príncipes de Maine, reyes de Nueva Inglaterra» (título de la novela de Jhon Irving) y de «mi» Gandhi cuando decía algo así como «debes ser el cambio que quieres para el mundo» Pues bien es verdad que somos reinas/reyes de un pequeño gran espacio en el que podemos introducir esos cambios que se contagian a nuestros compañeros, a los ciudadanos para y con los que trabajamos, a nuestros jefes y hasta el infinito y más allá… Y esa es una responsabilidad «mu» gorda que hay que asumir día a día. Gracias por tus motivadoras palabras.

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    • 05/01/2013 a las 08:11
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      En la administración es más difícil todavía,y más ahora. Pero no por ello imposible, creo que, a pequeño nivel ( y en superiores) podemos hacer muchas cosas, y entre ellas, desde los puestos de dirección hay que motivar, (sé que tú eres de esas), ya que en ocasiones hay más interés por controlar que por dejar que la gente genere, se equivoque… ¡ o triunfe! Ánimo con eso. Un besazo… y me encanta verte por aquí…

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  • 12/12/2012 a las 16:20
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    ¡¡¡Muy interesante!!! Tu entrada llega para mí en el momento justo, en la asociación (ONG) en la que trabajo (como Trabajadora Social) estamos buscando la manera de reinventarnos para seguir adelante con nuevas ideas y sobre todo adaptándonos a las nuevas necesidades y demandas de la población. Coincido contigo en que no vamos a «descubrir América» ¡de nuevo!, pero debemos pasar de la indignación y la «pena» a la acción y transformación. ¡Hay mucho por hacer!!!.
    Ah y genial los videos, los pasaré a mis compis de equipo para motivar en estas Navidades!
    Graaacias!

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  • 10/12/2012 a las 22:47
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    Coincido completamente en la necesidad de innovar, de salir como dices de «la zona de confort» y buscar alternativas, de dar soluciones más allá de las que nos impone el sistema, con esas vemos que no se encuentran las salidas. Un saludo. Rafa

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  • 10/12/2012 a las 10:25
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    Felicitaciones por tu entrada. La innovación, tal como yo la entiendo, no es una opción. es una necesidad. Aquello que no progresa, desaparece. Esto es aplicable a cualquier organismo u organización. Y, diría yo, especialmente aplicable al ámbito de los servicios sociales. Llevo una temporada pensando cómo unir, en torno a la innovación social, profesión, investigación y trabajador@s sociales en desempleo que no quieren estar parados. El vídeo que incluyes es muy sugerente. Muchas gracias Nacho.

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    • 10/12/2012 a las 10:47
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      ¡Gracias por comentar! Pues es que ando preocupado con el discurso de denuncia, que por supuesto hay que hacer, pero me preocupa que acabemos en una dinámica inhibidora. Proponer algo nuevo ya casi es asegurarte una mala mirada, y ese no es el camino: así aceleramos nuestro fín, el del sistema, y, por extensión, no podremos defender los derechos de la gente. Si se te ocurre algo, mantenme informado, por favor. ¡ y gracias!

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