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Con este diagrama se entiende mejor |
A todo esto, el consumo eléctrico se grava con un IVA del 21% (¡menos mal que la adquisición de obras de arte lo acaban de bajar al 10% ¡ igual alguna de «mis» familias estaba pensando comprarse un «Miró»!!) En fin…
Sin embargo, por otro lado, los mecanismos redistribuidores de renta que tiene el sistema, como las rentas mínimas, en años como el 2012 se cerraron ¡con menos perceptores! ¡toma ya! (a nivel Estatal y de Comunidad de Madrid).
Por otro lado, las medidas de fiscalidad sobre el consumo (e injusta por tanto, dado que es por impuestos indirectos), continúan creciendo sobre mecanismos impositivos directos o sobre las rentas: que pague más el que más tiene: por ejemplo, la barra de pan vale lo mismo para cualquiera, independientemente de su renta.
Y entonces, entramos nosotros: las familias acuden a los Servicios Sociales a solicitar ayudas económicas, y nos encontramos con tres problemas fundamentales:
1.- Una obsoleta legislación sobre subvenciones de la que ya hablé en la entrada «El IBI o la vida», que impide conceder ayudas a quienes tienen deudas con la administración «salvo que la normativa concreta así lo contemple», lo cual no sucede siempre (en nuestro caso, el Ayto de Madrid sí… menos mal) y con actuaciones de ayuntamientos en las que, antes de pagar una ayuda de emergencia «se cobran su parte» para sus propias arcas, de aquellos pobres ciudadanos que optaron por no pagar el IBI y dar de comer a sus hijos ante la situación de tener que elegir.
2.- Algunos ayuntamientos prohíben el pago de deudas, porque son contraídas previamente a la presentación de la solicitud de la ayuda. La lógica administrativa (no pagar nada a posteriori sin aprobación a priori) es obvia, pero choca con la situación de grave necesidad de las familias, y que, claro, uno no puede pagar el corriente sin pagar antes el mes pasado impagado (preguntadlo a vuestra compañía). Otros no lo prohíben pero luego van los/las interventores/as de turno o Scroodges -que los hay e interpretan la norma en sentido restrictivo sin buscar los resquicios de humanidad en la misma- y lo dificultan al máximo: tanto, que muchos profesionales ya tiran la toalla y ni contemplan la posibilidad a pesar de que es un derecho de los y las ciudadanas.
3.- La existencia de presupuesto: las ayudas de emergencia no son derecho subjetivo, dependen de una valoración y en última instancia… de que exista presupuesto, claro: un pequeño pero importante detalle.
En definitiva: este no es un tema menor, ni mucho menos: probad a ducharos con agua fría, o lo que es peor: pensad en tener que hacerlo con vuestro propio/a hijo/a (sólo pensadlo, con eso bastará).
Y aunque podría ser peor (en Londres las viviendas tienen unos contadores que van con tarjeta de prepago: si se te acaba, vas corriendo al chino -allí pakistaníes- y la compras nuevamente… eso, si puedes… el sueño de las eléctricas… se me abren las carnes de pensarlo), se trata de una vuelta de tuerca más a la liberalización del mercado: en España aún no estamos así (nuestra Margaret Thatcher aún no ha llegado… ¿o si?), pero estamos viviendo las consecuencias de la venta del sistema de hace años, de la claudicación del gobierno ante los intereses del mercado, y del desinterés de la administración por poner medidas que garanticen el bienestar de los ciudadanos, en lugar de parches.
¿Queremos seguir por esta vía? Cada administración (especialmente central, pero también autonómica, por ejemplo, en el caso de las RMIs y local) que tome su responsabilidad, y cada ciudadano/a y profesional, igualmente: ahora, participando cada uno según pueda y, claro. cuando tengamos que votar.
Dado que esta semana en los coles celebrarán el día de la paz, hoy os recomiendo Imagine, de John Lennon, en la versión de Playing for change. El video comienza con una frase muy buena (Lennon):
No puedo estar más de acuerdo contigo en todas tus apreciaciones sobre el tema del consumo de la luz. En realidad ya no sabemos si consumimos luz, o es la luz la que nos consume a nosotros.
Esto quedará en los libros de historia.
Como anécdota a lo que comentas de Inglaterra, te comento que estuve viviendo allí en el año 2001 (Beca Erasmus) y resulta que en uno de los apartamentos donde viví, el consumo de luz funcionaba con unos contadores preparados para echar monedas. Yo en concreto tenía que echar «penis» tanto para tener luz en casa (cuando se gastaban las monedas se me echaba a perder lo que tenía en la nevera… ) como para usar la ducha. Todavía recuerdo casi como un chiste la de veces que me metí en la ducha y se me acabó lo que tenía en el contador, quedándome a medias, y teniendo que terminar de desenjabonarme con agua fría, por no tener cambio en ese momento.
¿Hacia qué tipo de sociedad nos dirigimos? Como sigamos así, nos dirigimos hacia una sociedad apagada, o a oscuras.
Un abrazo compañero.
https://www.inmaculadasol.wordpress.com
Pues como nos dejemos… a esa precisamente, al liberalismo de tener que echar euritos (el que los tenga) antes de ducharte, pero , eso sí, tienes libertad absoluta para morir, libremente, en la pobreza más absoluta, eso sí, libre, de nadie sabe qué.