Es curioso: llegan las vacaciones y más de uno/a y de dos me dicen ¡Desconecta!. Yo suelo asentir y mientras me pregunto: ¿realmente quiero hacerlo? ¿es necesario «desconectar»?. Resulta extraño que a uno lo miren mal si lee temas profesionales en la playa, pero no si está poniéndose al día de las estupideces de la prensa rosa sobre gente que no me importa en absoluto.

De algo estoy seguro: llegará septiembre y nos vendrán de nuevo con el rollo del síndrome post-vacacional que me aburre soberanamente -como si no hubiese nada más interesante sobre lo que llenar telediarios-. Y, por supuesto, saldrán en todos los medios psicologos/as informando sobre cómo sobrevivir a dicho síndrome, eso sí, 3 meses después de insistirnos por activa y por pasiva que debemos desconectar y perseguir desde los mismos medios a quienes no nos da la gana hacerlo.

Tanto que se habla de la prevención… me pregunto: ¿no será mejor no desconectar del todo?. El trabajo en Servicios Sociales requiere periodos de calma para tomar fuerzas, pero ¿de veras es necesario desconectar?.

playaLa Sociedad Industrial y el fordismo nos hicieron creer que la vida podía compartimentarse, tanto las rutinas diarias, como a lo largo de la vida: educación>trabajo>jubilación. Hoy por hoy, esa idea está más que trasnochada. De hecho, tiendo a pensar que ese esquema estaba muy bien para que la mayoría de la población se dedicase sólo a poner tornillos en un Sistema en el que pensar estaba reservado para una élite. La actual Sociedad de la Información y el Conocimiento nos ha demostrado que esto ya no funciona: la formación contínua, las redes sociales, la inteligencia colaborativa o los servicios en la nube son pruebas de ello: alguien que continúe creyendo que su vida profesional se desarrolla única y estrictamente en la atmósfera laboral, en mi opinión, debería hacérselo mirar porque creo que no va a llegar muy lejos en general (y no hablo de ascender).

¿Es posible que oigas o leas noticias sobre la Ley de Dependencia y no te acuerdes de tus casos? ¿o que leas algo de un abandono de un menor y no pienses en cómo se debería actuar? ¿o que te quedes impávido/a cuando alguien te suelte el clásico playero de «se lo dais todo a los inmigrantes?: si eres de los/las que sigue este blog, seguro que no eres de esos/as.

Comparto el lema de «tómate tu vida profesional como algo personal» que tanto preconiza @yoriento (Alfonso Alcántara): y es que quienes sentimos pasionporeltrabajosocial, podremos bajar ritmos, dedicarnos a tareas más de pensar, reflexionar, enriquecernos… pero desconectar… imposible, reconozcámoslo: no pasa nada. En todo caso, es mejor que pensar en chorradas.

Yo no digo estar mirando los correos del trabajo en la playa o que te llamen de las urgencias al móvil (los servicios tienen que funcionar independientemente de que esté una persona u otra), pero, leer algo de interés profesional (aprovechar para repasar el feed o aquellos libros que te han recomendado colegas -aconsejo #superprofesional-); motivarte, hacer un poco de memoria de lo programado a principio de año, evaluar un poco el curso, o aprovechar ese periodo de barbecho para apuntarte nuevas ideas (no olvides anotarlas), retomar aquello del GTD y la productividad personal… sinceramente, creo que no está reñido con descansar. Además, creo que, sinceramente, ni tan siquiera es saludable.

Os animo a aprovechar las vacaciones: bajar el ritmo, a descubrir el placer de leer o releer, arreglar el mundo en bañador, o buscar en otras fuentes… pero no a «desconectar». Al menos yo así lo haré.

Un abrazote

Nacho

Os dejo con una buenísima: Rolling on the river de la gran Tina Turner.

¿ES NECESARIO DESCONECTAR?

5 thoughts on “¿ES NECESARIO DESCONECTAR?

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