La semana pasada tuve la oportunidad de participar en el 6º Congreso de Trabajo Social de Madrid. Presentaba una ponencia llamada «¿Es posible innovar en la Administración? Reflexiones de un trabajador social».
El tema me apasiona, y no me refiero a «eso de Innovar». La verdad es que nunca me he definido como un innovador ni un revolucionario: y es que, con frecuencia, defender la aplicación de la lógica común es llamado revolucionario, je. Curioso.
Pues bien, básicamente lo que defendí en mi ponencia en la Mesa de Innovación, es que hay que ir más allá del término (una palabra cada vez más manida) y de esa idea que flota y que parece indicar que es imposible innovar si no creas algo deslumbrante o no llamas a lo de siempre con palabros adoptados del inglés (ya no hay magdalenas, sino muffins, y no corres, haces runnning). Yo me resisto a creerlo, sinceramente.
Y es que, cada vez que uno/a de nosotros se pone en la piel del usuario/a y rompe la inercia a veces sagrada del «siempre se ha hecho así» y se pregunta si no sería posible hacerlo de otra forma que facilitase la vida al otro/a, eso es innovación. Cada vez que alguien escribe a su responsable analizando una situación y formulando propuestas, es innovación. Cada vez que alguien decide no hacer muchas preguntas e interpretar la norma a beneficio del usuario, y ver si resulta, es innovación.
En definitiva, que no es necesario usar tecnología (por muchas oportunidades que suponga), ni saber inglés. Eso ayuda, pero creo que lo importante es estar dispuesto a arriesgarse un poco: pensar fuera del cuadro (por supuesto, fuera del ombligo también). De eso se trata: pequeños gestos (tan pequeños como darle tu correo al ciudadano/a, decirle que no venga, que ya vas tú, prepararte propuestas para la reunión de equipo, etc.), que después, quizá, produzcan que la rueda, al final, gire, y provoque otro tipo de relación con la otra persona, humanizando el rol de «administración» y «administrado». ESO ES INNOVAR, no lo dudéis. Y de eso, sabemos todos/as. De hecho, las mejores ideas surgen de quienes están más cerca de las actividades operacionales o «de base», no de las alturas: está demostrado.
El caso es que en la ponencia, al final me vine arriba, y me atreví a lanzar un DECÁLOGO PARA LA INNOVACIÓN EN LA ADMINISTRACIÓN. A ello dedicaré unas cuantas entradas, porque el tema lo merece. La presentación online podéis verla el siguiente prezi>VER PRESENTACIÓN .
De hecho, el crack @pernan (que hizo el seguimiento gráfico del Congreso) me dibujó como un Moisés con las tablas de la ley por aquello de usar en el decálogo el modo infinitivo, en plan «Los Diez Mandamientos».
Nada más lejos que querer emular el paso del Mar Rojo, je, aunque hay que reconocer que a veces romper pequeñas inercias y plantear algunos cambios entre colegas parece más difícil que hacer que las aguas se separen 🙂 . Al final todos/as somos resistentes al cambio.
En todo caso, seguiré con el tema. Os amenazo (espero que no os haga dejar de seguirme). No puedo más que agradecer al Colegio de Trabajo Social de Madrid haberme dado la oportunidad de explayarme la semana pasada (y pedir perdón por si dije alguna burrada, me suele pasar cuando me confío, je)
Ánimo… y ya sabéis… INNOVAR ES POSIBLE,.. Y LO SABES.
Nacho
Os dejo con Bruce. Growin`up es una canción que me da buen rollo, dice algo así como «rompí todas las reglas, cañoneé mi vieja escuela superior…» bueno, tampoco hace falta tanto, pero como inspiración, vale.
Gracias por tu respuesta! Has estado dando formación por Cantabria? Uy, me hubiera gustado conocerte. Ya que me tiendes una mano la voy a coger. Si ahora mismo tuvieras oportunidad de hacer formación…¿Qué me recomendarías ? Quiero hacer una formación bonita que acompañe a nuestro trabajo, estoy buscando y no termina de agarrarme fuerte ninguna oferta formativa que conozca. Hice una vez en Madrid con grupo 5 -IFIS y factoría de arte y desarrollo una formación preciosa: el arte y la cultura como herramientas de intervención social, ¿lo conoces?. No me ha servido como méritos a la hora de opositar, pero en mi ha quedado. Gracias y te seguiré por aquí!
Buenas! sí, he estado un par de veces, no nos cruzamos… bueno, para eso estás las redes 😉 en todo caso, seguro que pronto nos ponemos cara. Mira, así, con lo atrevida que es la ignorancia, te diría… 1.- Asóciate con colegas, mi experiencia es que en el Colegio he encontrado a gente rebosante de energia con la que compartir penas y apoyarnos entre todos/as. Participar en el Colegio, Congresos, etc es algo a mi modo de entender que te alimenta mucho. 2.- Lee blogs y cosas de estas, revistas de los colegios y facultades (la última de la complutense sobre «repensar los servicios sociales», puede interesarte mucho), se recibe mucha energía (lee el de Belén Navarro, Jonathan Regalado, por ejemplo, son colegas de SSSS). 3.- En lo concerniente a formación, fíjate, yo miraría algunas iniciativas de coaching que tienen temas de autocuidados profesionales, supervisión, gestión del tiempo, de emociones, etc. Espero haberte podido ayudar en algo. Seguimos al tanto.