Otro barco buscando puerto. Vidas suplicando asistencia. Telediarios que nos asaltan diariamente con noticias similares: otra ONG con cientos de personas a bordo.

A pesar de haber sido crítico en otras ocasiones con ciertas “formas de solidaridad”, en este caso creo que hay que quitarse el sombrero: este tipo de actuaciones condensan en estado puro la esencia de una organización no gubernamental: la denuncia y el cuestionamiento de la injusticia mantenida en el statu quo.

En realidad estos barquitos son verdaderos torpedos contra el dogma neoliberal del “sálvese quien pueda”, que en este caso es enfrentado un mandato humanitario: “salve a quien pueda”.

Todo un ejemplo de solidaridad que, espero, posibilite ciertos cambios en el mundo “desarrollado” (más allá de poner cuchillas o muros). Acciones, que, ya puestos, me parece repugnante que alguien intente criminalizar.

Así,  la incomodidad producida por esta solidaridad nos ha atravesado como sociedad, introduciéndose en cualquier conversación, aunque a veces sea en forma de memes y comentarios lamentables. De hecho, no voy a entrar en el debate sobre “cuántos inmigrantes somos capaces de asumir” (expresión que, de una forma u otra, parece que legitimaría dejar morir a esas personas), ni en el de la manera idónea para recibirlos/las (con pancartas o a trabucazos para evitar la temible llamada): paso.

Sin embargo, no deja de sorprenderme el doble rasero a la hora de entender lo global: sin ningún problema miramos África para extraer coltán en móviles que desechamos alegremente o enterrar nuestros residuos, pero nos parece mal que de esos mismos lugares la gente huya hasta nuestras playas en busca de un futuro mejor que el de vivir entre la basura que allí hemos dejado (y no hablo sólo de la física, sino de los sistemas que el mundo “occidental” ha alimentado abiertamente). ¿Acaso no lo haría cualquiera de nosotros/as?.

Por ello, creo que en este caso las ONGs están siendo un gran ejemplo de coherencia que pocos gobiernos secundan y nos cuestionan a cada uno/a de quienes vivimos «a este lado».

Desconozco las leyes marítimas, pero el derecho a la vida está (o, al menos debería estar) por encima de todas ellas, de eso no tengo duda.  Quienes nos dedicamos a la ayuda, sabemos que, al igual que cuando atendemos en un incendio no pedimos documentación ni hacemos preguntas (eso será un trabajo posterior y vinculado a la integración) ahora tampoco podemos hacerlo: es necesario asistir sin dilación.

Como ya indicó el colega Pedro en su blog, los Servicios Sociales debemos ejercer un papel pedagógico y estimulador de una convivencia integradora con quienes vengan y quienes ya están (autóctonos o no): es un reto apasionante. Como trabajadores/as sociales nuestra profesión está comprometida con los Derechos Humanos, y desde nuestros orígenes (por algo nos llamábamos “asistentes sociales”) no me cabe duda: nuestro lugar está del lado de quien está en peligro.

Ánimo.

Nacho

Os dejo con Libre, de Nino Bravo. Se dice que dedicada a un joven alemán que fue tiroteado al intentar pasar el muro de Berlín, algo a lo que hoy me recuerda a nuestro querido Mar Mediterráneo.

“Sálvese quien pueda” o “salve a quien pueda”
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3 thoughts on ““Sálvese quien pueda” o “salve a quien pueda”

  • 28/08/2018 a las 20:50
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    Muy de acuerdo con tu entrada, Nacho. En general creo que España, como sociedad, no trata bien a las personas migrantes que vienen de países pobres. Perdón por la crudeza de lo que voy a decir, pero: si son africanos, como sociedad miramos hacia otro lado y les dejamos ahogarse. Si llegan a entrar en España, tienen muchas limitaciones en el acceso al empleo y a la vivienda (España y Europa tienen aún el racismo en su ideario cultural). Se han hecho estudios sobre esto y es desolador. Mientras no entendamos que son seres humanos y les dejemos vivir y trabajar, seguirá habiendo muertes en el Mediterráneo y pobreza y desigualdad para los que logran llegar. Si pudieran prosperar nos beneficiaríamos todos (incluso a nivel de cotizaciones e impuestos que aportarían). En fin.

    Un saludo, Nacho.
    Carmen Alemany
    https://medium.com/@carrmen.alemany

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  • 23/08/2018 a las 08:05
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    Buenos dias Nacho… abres tu ventana y permites el diálogo…… de alguna forma nuestra sociedad, nuestro sistema y con él cada una de las partes que lo conforman, se está hundiendo en el Mediterraneo… Nadie nos salvamos permitiendo una realidad así… mirar para otro lado ya nos hace cómplices… no hacer nada es una forma de hacer algo…. verdaderamente esta es una cuestión medular en este momento histórico…

    Abres otra línea de diálogo con el tema de las ong…. y ahí aparece otra de las cuestiones en este momento… lo público-lo privado… la responsabilidad, la competencia, las personas que estamos en ambos lados…… un jardín demasiado espeso a estas horas de la mañana….

    En cualquier caso…. gracias por abrir la ventana… tu ventana

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  • 22/08/2018 a las 23:07
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    Incondicional Nacho!
    Siempre poniendo el acento en lo importante, en lo esencial….Gracias por ayudarnos a reflexionar sobre nuestro verdadero papel desde la re de Atención Social Primaria.

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