Llegó Septiembre. Supongo que en parte por ese sentimiento de malpadre que anhela la rutina escolar y que creo es proporcional al número de hijos (en mi caso 3), ya tenía un poco ganas de comenzar a currar, la verdad. Eso, y que soy de los que empieza con buenos propósitos (¿y quién no?), me obligan a hacer esta entrada un poco más íntima.
Hace unos días, Joaquín, bloguero consumado, escribía: «soy de la opinión de que una parte de lo que nos pasa es que no recuperamos septiembre, o sus convicciones reiteradas. Creo que la mayor rebeldía que podemos oponer hoy en día a lo que se nos viene encima es renunciar a la resignación que se nos impone por la vía de los hechos, encontrar maneras de compromiso personal, profesional, social y político para hacer que septiembre vuelva por sus fueros.»
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Pues coincido totalmente. Ya lo he escrito en varias ocasiones, pero no me cansaré: es necesario que cada uno/a saque un rato para pararse a pensar qué objetivos se plantea a nivel personal, familiar, profesional… y ponerlos por escrito: si no lo haces, no valdrá para nada: mañana serán olvidados.
En lo que a mí refiere, sólo escribiré aquí lo profesional, claro: he rediseñado mi planificación para este curso, dado que no sólo se han modificado mis horarios, me han adjudicado una nueva unidad censal (más trabajito = «reto profesional» = marrón pero no me quejo, ya que antes estaba mejor que otras compañeras), pero hasta diciembre contaré con el apoyo de más entidades con lo que uno de los retos será la coordinación (a través de fondos europeos… aunque el año que viene ya veremos…). Podéis verla pinchando AQUI o en la pestaña de arriba, donde también he colgado una pequeña introducción para ciudadanos/as que lleguen a los Servicios Sociales a través de la red, principalmente en Madrid >>VER introducción. Os lo dejo por si a alguien da ideas.
Como curiosidad, os diré que mi planificación profesional del año pasado fué vista casi 1000 veces: eso indica que vamos bien, ¡cuando la gente se interesa por planificar, es que la cosa se mueve!. Ya sé que uno tiene la sensación de que siempre vienen imprevistos que anulan las planificaciones: precisamente por eso, si no existe planificación, nunca volverás a lo que planteaste, la imagen que me viene es la de una brújula desimantada: estarás perdido/a!: creo que no hacerlo es síntoma de que has tirado la toalla ¿de veras no puedes cambiar en algo tu forma de trabajar? ¿SEGURO?
Vamos, que creo que, a pesar de lo dejado atrás, tenemos por delante muchos motivos para experimentar un SUBIDÓN POST-VACACIONAL (al margen del eslogan del seguro de coches)
Os animo a ello.
Nacho
Para esta entrada, una con marcha para comenzar el curso: Queen. The show must go on.