Este mes he tenido la oportunidad de publicar un artículo en la Revista Treball Social (del Colegio Oficial de Trabajo Social de Cataluña, a quienes estoy más que agradecido por la oportunidad) titulado Gestionar más para intervenir mejor >VER (pp 25-40).
En él, doy vueltas a un tema que considero es central en la Gestión de la Atención Social Primaria que prestamos en los Centros de Servicios Sociales de las grandes ciudades principalmente: la segmentación. Sobre ello os invito a leer el imprescindible artículo de Miguel Angel Manzano >VER en el blog Llei d`Engel, también altamente recomendable.
Como bien dice, segmentación no es un término de nuevo cuño: en salud se utiliza, y permitiría grandes beneficios, que en nuestro sector, serían, entre otros, los siguientes:
- A corto plazo, seríamos capaces de llegar a familias y personas de atención prioritaria (lo que llamamos multiproblemáticos/as), a quienes, con el nivel de entropía habitual, en mi opinión se acaba prestan menor atención de la que sería adecuada, lo cual me preocupa enormemente.
- A medio plazo, podríamos atender de manera proactiva, sin esperar a la «demanda», con un enfoque preventivo.
- A largo plazo, podríamos planificar la Atención Social y distribuir recursos (materiales, técnicos, económicos) de manera eficiente.
Evidentemente, no será tarea fácil: para ello hay que diseñar herramientas homogéneas que permitan diagnosticar para después poder hacer una segmentación poblacional adecuada (por ejemplo, en dependencia ya tenemos las escalas habituales, pero no así cuando hablamos de exclusión social) y después aplicar procedimientos establecidos con niveles de respuesta adaptados desde el Sistema de Servicios Sociales (que es más que Atención Social Primaria).
Como es lógico, habrá que reformular no sólo qué eso que los y las profesionales denominamos intervención social (cosa que la población que acude a un Centro no acaba de entender) sino las diferentes modalidades e intensidades de la misma a aplicar según el grado correspondiente.
Por eso, creo que mejorar la gestión es condición sine qua non para poder atender de manera adecuada a la población, y, con quien la precise, aplicar el modelo e intensidad de intervención social necesaria. Eso, o seguir dándonos contra el muro del ya clásico «no podemos hacer intervención»: una expresión que siempre he detestado.
Ánimo
Nacho
Os dejo con una pieza impresionante de Chopin tocada por Wladyslaw Spilzman: El pianista del gueto, en quien se basó Roman Polanski.
https://www.youtube.com/watch?v=n9oQEa-d5rU
¡Hola Nacho!
¿Que puedo decir que tú no sepas ya?. Ante todo, y como casi siempre intento dirigirme a las personas, GRACIAS. Me ha gustado mucho. Mucho todas las ideas y propuestas, así como la forma en la que has resaltado y dado un rigor sistematizado a las que ya se están llevando a cabo.
Creo firmemente ( de mente y corazón) en muchas de las ideas y propuestas recogidas. Creo que una acogida, acompañamiento acorde con las necesidades/ intensidades de la intervención. Si bien, también me gustaría que se tuviesen en cuenta e introdujesen ideas innovadoras en la atención/necesidades de las/los profesionales de los Centros de Servicios Sociales, como por ejemplo: la flexibilización en la semipresencialidad en los Centros de Servicios Sociales, combinar días de mayor intensidad con menor intensidad en el trabajo, valorar ratios de atención, dejar días de libre disposicion a los profesionales donde pudiesen recibir: formación, supervisión… sin agobios ni sobrecarga en las agendas.
Creo también, firmemente, en entender o reformular la planificación/gestión para darle el auténtico brillo y resplandor que merece. Y aqui me acojo a tus «unidades de gestión y tramitación» creo que son espacios de especialización y que también tienen su luz y brillo dentro del trabajo social. Creo en estas unidades de gestión. Y creo que entre nosotras/os hay compañeras/os que se pueden encontrar más o menos a gusto en la gestión y/o tramitación, y otros/as más o menos a gusto en la intervención social (puramente entendida). En mi caso concreto he estado en esa especialización, por ejemplo con las tarjetas familias y he de decir que he estado muy a gusto y feliz. He notado y sentido estar más especializada en algo y no ser una profesional multitareas, con excesivo agobio y sobre carga.
También soy muy fan de los grupos informativos…he de confesar…me rechiflotean jiji. Pero si quieres esto lo dejamos para otro capitulo jiji
Al final creo que debemos atender de forma más universal, agíl y eficaz, pero también debemos de responder mejor a las necesidades individuales de los profesionales de los Centros de Servicios Sociales. Creo que ambas cuestiones forman parte de dos cara de la misma moneda, y uno no puede llevarse a cabo sin lo otro, ni lo otro sin lo uno.
Un abrazo fuerte
Hola, soy alumna de 4to curso de trabajo social. Tengo una duda, y es que, cuando hablas de hacer una escala de exclusión social, ¿a qué te refieres? ¿Y qué o a quienes abarca?
Y querría también preguntar… Una segmentación de población en exclusión social activa, ¿no sería una generalización de cara a la intervención centrada en la persona?
Gracias!
Atentamente,
Aida
Buenas noches. En cuanto a escalas, existen muchas, por ejemplo en cuanto a exclusión social, te sugiero mires lo que tienen en Euskadi. http://www.euskadi.eus/instrumentos-comunes-diagnostico-social-valoracion-exclusion/web01-a2gizar/es/ En lo que hablas de modelo ACP, considero que es un error interpretar que el ACP se contrapone a la segmentación o a cualquier modelo de organización de la Atención Social Primaria. Es innegable que cualquier sistema precisa establecer unos modelos previos que respondan a herramientas homologadas de diagnóstico y proponer una respuesta que luego pueda adaptarse, lógicamente, a la voluntad o situación específica de la persona y porque, cualquier herramienta de diagnóstico social tiene como finalidad ser un apoyo para el profesional. GRacias por tu comentario y aportación.